Minas de Ojos Negros (Teruel)
Las minas de hierro a cielo abierto de Ojos Negros (Teruel) han vivido un importante proceso de transformación, cuyo principal objetivo es el de convertirse en un espacio cultural. Como elemento diferenciador, respecto a otras iniciativas de recuperación y puesta en valor del patrimonio minero, las minas de Ojos Negros se brindan como un espectacular soporte para la práctica del arte contemporáneo.
El paisaje minero de Ojos Negros, las instalaciones abandonadas, los restos de materiales y los testimonios de los trabajadores han dado pie desde el año 2000 a la celebración bianualmente de unas jornadas organizadas por la asociación Arte Jiloca y el Ayuntamiento de Ojos Negros y coordinadas por Diego Arribas, que se articulan en dos líneas, por un lado un congreso científico y por otro un encuentro de artistas.
La temática del encuentro versa sobre arte, arquitectura, minería, sociología, desarrollo y arqueología; mientras que el encuentro de artistas realiza sus obras en el paisaje e instalaciones de las antiguas explotaciones mineras.
Arte, industria y territorio surge en el año 2000, coincidiendo con el centenario de la creación de la Compañía Minera de Sierra Menera en Teruel. Su objetivo principal fue suscitar el debate en torno a la revitalización de estas minas de hierro, que la compañía explotó entre 1900 y 1987.
Los debates y propuestas vertidos en el encuentro sirvieron como un primer impulso para que el ayuntamiento de Ojos Negros tomara conciencia del potencial de su patrimonio minero, integrándolo en el diseño de nuevas estrategias de desarrollo local. Entre otras actuaciones abordó, como paso previo al resto de intervenciones, la adquisición de la propiedad de las minas, la declaración de Monumento de Interés Local de algunas de las instalaciones mineras para su protección, la reparación y señalización de las pistas de acceso y la rehabilitación y transformación de las antiguas oficinas de la compañía minera en un acogedor albergue y centro cultural.
En 2005 se celebró una segunda edición, siguiendo el mismo esquema de la anterior, contando con la colaboración de especialistas en arqueología industrial, gestión del patrimonio, minería, arte contemporáneo y arquitectura.
La fórmula empleada, al vincular el arte contemporáneo a la suerte del patrimonio industrial en desuso, puede aportar nuevas perspectivas al tratamiento de la puesta en valor del complejo minero después de su cierre.
Más información
Vía Verde de Ojos Negros II
Esta Vía Verde recorre un interesante paisaje desde las altas tierras al pie de las sierras de Javalambre y Gúdar hasta el valle del Jiloca.
El ferrocarril minero de Sierra Menera comenzó a funcionar el 27 de julio de 1907 transportando el hierro de los ricos filones situados en las minas de Ojos Negros (Teruel) hacia el puerto de Sagunto. Estos yacimientos se hallaban a tan sólo 15 km del ferrocarril de vía ancha explotado por la Compañía del Ferrocarril Central de Aragón. A pesar de la corta distancia, dadas las altas tarifas que imponía la Compañía del Central, la empresa minera se planteó la construcción de un ferrocarril propio desde las minas hasta un embarcadero en la costa. La desmesura fue tal que se tendió un ferrocarril de 205 km de longitud, de vía estrecha, casi en su totalidad paralelo a las vías del Central de Aragón.
Concebido únicamente para el transporte de mineral, su vida estuvo siempre condicionada por el nivel de actividad de su cuenca minera. El aumento de la producción fue constante, especialmente desde la puesta en marcha de la planta siderúrgica de Sagunto. La demanda de transporte sin embargo creció de tal forma, que la empresa minera comprobó que su ferrocarril estaba siendo un auténtico cuello de botella que estrangulaba sus posibilidades de expansión. Por ello comenzaron los contactos con RENFE para traspasar a esta empresa el transporte de hierro.
En 1972 se clausura el ferrocarril, aprovechando RENFE algunos tramos de Sierra Menera, en los dos extremos de la línea, para el tráfico de sus trenes de vía ancha. Poco después se levantaron las vías y su material móvil aún válido fue reutilizado por otros ferrocarriles de vía estrecha nacionales.