Rubagón / Unidades
En este sentido, la Cuenca de Rubagón presenta una gran sencillez, pues en cada tipo de paisaje sólo se presenta una única unidad.
Macizos montañosos cantábricos
- Macizo de Peña Labra-Peña Sagra: esta unidad, al igual que el tipo al que se asocia, rebasa los límites del paisaje de la cuenca del Rubagón; no obstante, ciñéndonos a este ámbito concreto podemos aseverar que básicamente se trata de una ladera a solana y a sotavento, donde la altura (casi la totalidad de la unidad se encuentra por encima de los 900m) es el único factor generador de un clima frío y relativamente húmedo. Los usos que la ocupan son básicamente pastoriles estivales, con una creciente presencia del factor ocio asociado al montañismo y al senderismo. Sus formaciones vegetales cuentan con un gran dominio del matorral, si bien no es extraña la presencia del rebollo (Quercus pyrenaica) y de afloramientos rocosos en las partes más elevadas. La actividad extractiva prácticamente se limita a la presencia de una cantera.
Sierras y valles de la Cordillera Cantábrica
- Montañas y valles de Santillán-Mudá: Comprende la totalidad de los yacimientos de carbón de este paisaje y las estructuras asociadas a su minería. Sin embargo, debe destacarse cómo las diferentes fuerzas antrópicas que han ido modelando el paisaje a través de los tiempos se encuentran presentes; así, la mayor parte de las entidades de población presentan un fisonomía rural con escasas alteraciones derivadas de la minería y términos agrarios en uso; del mismo modo, además de las explotaciones en sí (desarrolladas en el punto de hitos) Vallejo de Orbó y, sobre todo, Barruelo de Santullán presentan diseños puramente urbanos, básicamente enfocados hacia las barriadas mineras, con tendencia a la baja densidad, pues los bloques no rebasan las tres alturas; por último, en la alineación serrana de Pical y Cocoto recientemente se
Depresiones, vascas, navarras y de la Cordillera Cantábrica
- Depresión de Aguilar de Campoo: Marginal y casi sin relevancia en este paisaje.