Paisajes Mineros / Cuenca del Rubagón
Al norte de Palencia, muy cerca ya de Cantabria, entorno al río Orbó y en plena comarca natural de la Montaña Palentina, nos encontrarnos con un paisaje de una cuenca minera carbonífera, que contrasta claramente con el paisaje que uno se puede esperar de Castilla. En lo visual predominan las tonalidades verdinegras, producto de la fusión de la vegetación predominante con los estériles del carbón (escombreras) y los horizontes perfilados por las montañas palentinas que forman parte de la Cordillera Cantábrica; sin duda se acerca más a la imagen propia de las cuencas del otro lado del Cantábrico que la que uno puede tener de Castilla.
Extracción: Carbón (hulla y antracita) Extensión: Barruelo de Santullán cuenta con 53,3 km2 y Brañosera con 62 km2. Municipios: Barruelo de Santullán con 11 núcleos de población (Barruelo, Bustillo, Cillamayor, Matabuena, Nava, Porquera, Revilla, Santa María de Nava, Verbios, Villabellaco y Villanueva de la Torre) y Brañosera con 5 (Brañosera, Salcedillo, Valberzoso, Orbó y Vallejo de Orbó). Protección: Parte de la cuenca del Rubagón pertenece al Parque Natural Fuentes Carrionas-Fuente del Cobre, está dentro de la zona afectada por el Plan de Recuperación del oso pardo y por el Plan de conservación y gestión del lobo y dentro de la Unidad de la Montaña Palentina pertenece a la Unidad Natural La Braña. Caracterización: Zona enclavada al pie de la Montaña Palentina, lindando con el sur de Cantabria, en la vertiente meridional de la Cordillera Cantábrica en la cuenca del río Rubagón (rio rojo) con fuertes y contrastados relieves en torno a los 1000 metros de altitud. Pertenece a la Cuenca Hidrográfica del Duero, concretamente a la subzona Pisuerga a escasos 4 km del Parque Natural Fuentes Carrionas-Fuente del Cobre. La temperatura media más alta corresponde al mes de julio con 16,3°C, siendo la más baja en enero con 2,2°C lo que nos lleva a inviernos largos y fríos con una precipitación anual de 752 mm máxima en el mes de noviembre y mínima en julio y agosto. Los materiales predominantes son arcillas, limonitas, conglomerados y areniscas triásicas, calizas, pizarras y esquistos del Carbonífero y cuarcitas y areniscas del Devónico. Los suelos son poco profundos y propician las zonas de pastizal, pradera y aprovechamiento forestal. Bioclimatológicamente pertenece al Mediterráneo pluvio-estacional oceánico con bosques de roble y haya salpicados de acebo alternando con matorral de brezo y tomillo. La cota de mayor altitud de la zona es Valdecebollas con 2143 msnm. El lobo no es fácil de ver pero se sabe de su existencia por sus ataques al ganado. El zorro se deja ver cerca de los pueblos y el jabalí, la perdiz y la ardilla abundan en la zona. También se ven con facilidad águilas reales, buitres, cigüeñas, azores, arrendajos, gavilanes, milanos, mirlos, grajos, hurracas, cuervos, cárabos, cernícalos y ya más pequeños, golondrinas, jilgueros, vencejos, gorriones, ruiseñores, picarrobles, petirrojos, palomas torcaces y tórtolas. La población de Barruelo, con 11 unidades poblacionales, es de unos 1.400 habitantes y la de Brañosera, con 5 núcleos de población, de unos 250 (datos del 2012). Es destacable la fuerte despoblación de las últimas décadas, no olvidemos que Barruelo en 1930 tenía más de 8000 habitantes. Historia: La cuenca hullera del Rubagón empieza a explotarse en torno a 1838, cuando el cura de Salcedillo encuentra unas piedras negras que ardían, según había leído en algún sitio y goza de un gran desarrollo tecnológico posicionándose durante diferentes etapas por delante de las cuencas asturianas. El cese total de la actividad tuvo lugar en 2005 tras varios cierres provisionales. Barruelo de Santullán En Barruelo la empresa más importante en el inicio es Collantes Hermanos con Rafael Gracia Cantalapiedra como ingeniero director (1854-1856). En 1856 adquiere las concesiones el Crédito Mobiliario, primer grupo inversor de España, dueño de los ferrocarriles del Norte y responsable del gas de alumbrado de Madrid con lo que los tres grandes problemas están resueltos: inversión, transporte y mercado. Son años de fuertes inversiones en maquinaria: lavaderos, briquetera, hornos de cok y del comienzo del paternalismo con la construcción de cuarteles-vivienda, hospital, escuelas, caja de socorros (1861), etc. En 1877 las propiedades de Crédito Mobiliario pasan a Ferrocarriles del Norte. Félix Parent (1876-1883) es el ingeniero director. Continúa la inversión en maquinaria y el paternalismo industrial. Entre 1887 y 1890 se abre el puerto de Pajares y Ferrocarriles del Norte pierde interés por el carbón palentino y compra en Asturias. La competencia con carbones extranjeros se agudiza y disminuyen los precios del carbón nacional. Se cierra el Pozo Bárbara. Hacia 1900 se van agotando las minas de montaña, Ferrocarriles del Norte compra el carbón en Asturias, hay medidas protectoras estatales y empieza el asociacionismo y los primeros conflictos sociales. En 1905 se ve renovado el interés de Ferrocarriles del Norte por las minas de Barruelo debido a las crecientes necesidades energéticas y a la consiguiente subida de precios. En 1911 se inicia la perforación del Pozo Calero, verdadero buque insignia de la minería de la zona, de unos 340 metros de profundidad y con un castillete de piedra de sillería de 14 metros. En el Pozo Calero se establece el 4º grado de peligrosidad por desprendimientos instantáneos de grisú (combustión sin chispa), cuando en Asturias los pozos tenían grado 3, el trabajo del Calero a lo largo de su historia se cobra más de 80 muertos. Entre 1914 y 1918, durante el periodo de la gran guerra, los beneficios en la industria del carbón aumentan, se exige mayor productividad pero a Barruelo no llega la maquinaria comprada en Europa. Entre 1918 y 1922 se abre el mercado internacional, se producen despidos, se cierran explotaciones y hay numerosos conflictos sociales. Entre 1922 y 1929, bajo la dictadura de Primo de Rivera, se crea Minas de Barruelo S.A. que luego compra Carbonera Española y unifica la cuenca. Hacia 1930 la demanda de carbón y los precios bajan. Llega la II República y los obreros acentúan sus reivindicaciones con continuos conflictos sociales que desembocan en la revolución de octubre de 1934. Sofocada la rebelión los mineros pierden derechos y hay numerosos despidos. Estalla la guerra civil y Barruelo queda del lado del bando nacional. En 1941 el estado potencia la producción, los mineros recuperan muchos de sus derechos, se nacionalizan las líneas ferroviarias y se crea RENFE. En 1943 Minas de Barruelo pasa a ser gestionada por la Comisión Administrativa de Valores Ferroviarios. Acabada la guerra y debido al aislamiento que sufre España se potencia la extracción de carbón. A partir de los años 50 las líneas ferroviarias progresivamente se electrifican y RENFE no precisa tanto carbón por lo que se cierran las minas más deficitarias. En 1966 RENFE vende a Hullera Vasco-Leonesa con el compromiso por parte de RENFE de seguir comprando el carbón de Barruelo, aunque se producen numerosos incumplimientos. En diciembre de 1968 el consejo de ministros acepta el cierre del Calero. En 1972 las minas son propiedad del Banco de Crédito Industrial, en 1975 las compra Altos Hornos de Vizcaya S.A. y en 1980 Hullas de Barruelo S.A. (HUBASA) y se reactiva la actividad. Entre 1993 y 1994 se reabre el Calero, en 1998 HUBASA se integra en UMINSA propiedad de Victorino Alonso. Vallejo de Orbó En Vallejo de Orbó es la Esperanza de Reinosa la primera empresa que explota las minas de forma sistemática. En 1846 se aprueba un reglamento de minas. Entre 1863 y 1877 Rafael Gracia Cantalapiedra moderniza las explotaciones. En 1874 se abre el pozo Rafael. En 1879 es Mariano Zuaznávar de Arrascaeta el que asume la dirección y acomete una obra insigne y única en España: el canal subterráneo de Orbó; canal navegable de casi 2 km de longitud que atraviesa el subsuelo del poblamiento desde una profundidad de 112 metros en el pozo Rafael hasta su salida al exterior. La obra se acomete con un presupuesto de 150000 pts. Se utiliza como túnel de ventilación, como vía de evacuación de aguas y de paso para sacar el carbón al exterior en barcas metálicas de 10 metros de longitud arrastradas por un cable metálico movido a su vez por una rueda hidráulica situada en la caña del pozo. En diciembre de 1883, es decir cuatro años más tarde de su inicio, veintidós personas hacen el primer recorrido en barca. Es un canal navegable por el interior de la mina, pionero en la utilización de dinamita en vez de pólvora para su construcción y que contó con el primer teléfono de Castilla La Vieja y en su exterior con la primera línea ferroviaria de vía ancha. La obra del canal, el traslado continuo de instalaciones, la exigencia de nuevos modos de aglomeración fueron según su sucesor y mayor detractor, el ingeniero Elías Palacios (1887-1895), las causas del declive de la explotación. Mientras tanto Mariano Zuaznávar diseñaba el ferrocarril de La Robla. En 1909 se crea Carbonera Española con Félix Montaves como ingeniero director. Se re-profundiza el Pozo Rafael y se construye la colonia minera de Vallejo con cuarteles, economato, farmacia, hospital, escuelas, etc. En 1925 muere el Marqués de Comillas y se empieza a fraguar el traspaso que culmina en 1928.
El oso pardo, en peligro de extinción, es la especie emblemática de esta zona de la Montaña Palentina, además del corzo, ciervo y rebeco que protagonizan al final del verano la berrea o ceremonia para llamar la atención de las hembras, previa al apareamiento.
Existen numerosísimo vestigos de la minería que salpican toda la Cuenca, entre los que destacamos:
El pozo Rafael (1874) es uno de los pocos pozos maestros verticales anteriores al siglo XX, cuando se produce el agotamiento de la explotación de la ladera de la montaña. Mariano Zuaznávar de Arrascaeta, ingeniero de minas, acomete en 1879 una serie de proyectos de modernización tecnológica de la explotación. Entre ellas está la construcción de un canal horizontal que comenzaría en cota -112 metros y saldría al exterior tras recorrer unos 1.800 metros de longitud. El canal tenía forma hexagonal con 2,20 metros de anchura en su base y una altura de 2,50 metros. Se fortificaron sus paredes, donde el terreno lo exigía, con mampostería en la parte inferior y encostillado de roble en la superior y en el techo. Se construyó un anchurón en la caldera del pozo para el cargue de las barcazas con sistemas basculantes de vagonetas, y una exclusa en la dársena exterior que regulaba el caudal (86.000 litros/día). Se construyeron chalanas de acero de 10 metros de longitud que sacaban el carbón al exterior donde una grúa las descargaba. En diciembre de 1883 se realizaba un recorrido de 300 metros entre los pozos 4 y 5 con 22 personas y en marzo de 1884 se inaugura oficialmente. Aparte de lo novedoso de la obra en sí y del uso de dinamita; resultaron pioneros en su construcción la instalación de un timbre eléctrico en su interior para avisos de maniobras o la línea telefónica en el exterior, primera de Castilla La Vieja así como la instalación de la primera línea ferroviaria de vía ancha. En 1886 una máquina de vapor de 100 CV subía el carbón hasta el nivel del canal. En 1895 se utiliza tracción animal para sacar el carbón por el canal y en 1915 la tracción es eléctrica. En marzo de 1972 cesa la actividad del pozo que, vuelve a retomarse en 1980 gracias a las subvenciones del gobierno. Finalmente en 2005 tiene lugar el cierre definitivo.
Pueden distinguirse claramente varias etapas:
Su escasa población actual (85 habitantes en 2008) contrasta con las “1.200 almas” que albergó. La Sociedad Esperanza de Reinosa y posteriormente Carbonera Española crearon este pueblo “ex novo” con todas las dotaciones necesarias: capilla, farmacia, hospital, economato, plaza pública, escuelas y como no barrios obreros. Presumía haber creado una colonia modelo para obreros modelo.
Allí se ubican los edificios de mayor envergadura de las instalaciones exteriores: los lavaderos y secaderos de carbones, las fábricas de aglomerados y briquetas, los hornos de coque, la central eléctrica…y las edificaciones auxiliares de menor porte: talleres, fraguas, lampisterías, cuadras, almacenes…y todo el entramado de líneas férreas. Dentro del cerco industrial no quedó sitio para viviendas y estas se construyeron fuera del perímetro, cerca de las oficinas y del economato minero. Allí se levantaron los cuarteles de San Luis (1858), Santo Tomás (1860), Santa Bárbara y de la Laguna.
La zona industrial de minas se sitúa en la zona más amplia del interior del valle por razones estratégicas de proximidad a la bocamina “Porvenir” a nivel del entonces nivel más bajo de la explotación. Por esta bocamina se extrae parte del carbón del Pozo Calero.
En 1911 la Estadística Minera anuncia la perforación del pozo y en 1914 las tareas de perforación estaban concluidas hasta la cota de 340 metros. El castillete, de sillería de 14 metros y el resto de edificios en ladrillo caravista, con piedra arenisca de Quintanilla en las esquinas se convirtieron en el símbolo de la zona. En 1945, en plena postguerra, las minas están bajo control de RENFE, sufriendo un descenso significativo de la producción como consecuencia del agotamiento de los grupos del Porvenir, Unión y Mercedes. El sellado del Calero, en marzo de 1972, marca el cierre provisional de las minas. La empresa Hubasa S.A. reabre el Pozo Calero en noviembre de 1993 y en febrero de 1994 salen por la caña del pozo las primeras toneladas de carbón de la nueva etapa. En Junio de 1998 Hubasa es absorbida en un nuevo grupo minero, Uminsa, la situación de la minería española se va deteriorando y en el 2002 la empresa decide cerrar por segunda vez el Pozo Calero y centrar la producción en el sector de Peragido, hasta llegar a la paralización total de toda la actividad minera en el valle de Santullán, el 31 de julio de 2005.
La empresa minera lo denominó Pozo Grupo Inferior pero desde su origen el pueblo lo llamó Pozo Calero por ubicarse en una zona de rocas calizas utilizadas para fabricar cal.
Enlace Google Earth: http://mineriaypaisaje.com/google/rubagon/hitos.zip
El Estratotipo Barrueliense-Cantabriense (Wagner, 1984), reconocido mundialmente muestra gran variedad de restos fósiles. Cabe destacar los restos de un artrópodo herbívoro de 2 m. de longitud (arthropleura) recogido en la capa VII del Calero, evidencias de canales de alimentación, de pistas de reptación, conchas de crustáceos, escamas de peces, trilobites, etc.
ITINERARIOS TURÍSTICOS
http://mineriaypaisaje.com/rubagon-it/
INDUSTRIAS CULTURALES
http://mineriaypaisaje.com/rubagon-ic/
http://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=3832442
http://www.jcyl.es/web/jcyl/binarios/388/850/Bolecin_47.pdf?blobheader=application%2Fpdf%3Bcharset%3DUTF-8&blobheadername1=Cache-Control&blobheadernam
http://branosera824.files.wordpress.com/2011/10/canal-vallejo-de-orbo.pdf
http://www.revista-abaco.es/revista-abaco-version-digital-/114-abaco-n-74-pdf-.html
http://blog.branosera.com/2011/10/23/turismo-industrial-en-vallejo-de-orbo-branosera/
http://asociacionarpi.com/
Fundamentalmente son dos tipos de paisajes los que caracterizan este territorio, siendo estos los macizos montañosos cantábricos y las sierras y valles de la Cordillera Cantábrica. No obstante, aún residual en la parte sur aparece aún de forma residual un tercer tipo más asociado al paisaje del vecino municipio de Aguilar de Campoo (Depresiones vascas, navarras y de la Cordillera Cantábrica.
Macizos montañosos cantábricos
No sólo supone una frontera orográficamente amurallada entre Palencia y Cantabria, sino que este sector, Peñalabra, es la divisoria de aguas por excelencia de la Península ibérica; así, aquí nacen aguas de la vertiente cantábrica (Saja, por ser más concretos), de la atlántica (Duero) y de la mediterránea (Ebro), haciendo honor al topónimo de su cima más representativa, el Pico Tres Mares (2.175 m.).
Dentro del paisaje de la Cuenca del Rubagón, éste supone las tierras más altas, donde ya no existe presencia de poblamiento humano, si bien los núcleos de Brañosera y Salcedillo se pueden considerar como aledaños a este tipo.
Se trata de la cara Sur del murallón, por lo que es la vertiente a sotavento, relativamente más seca que la Norte; sin embargo, la altitud conlleva que humedad aún sea relativamente elevada, si bien se produce una diferenciación forestal importante respecto de las especies forestales dominantes de los pisos más bajos de esta unidad; así, si bien en la cara cántabra dominan las hayas (Fagus sylvatica), en la del Rubagón la mayor cobertura la alcanza el rebollo (Quercus pyrenaica), entremezclado en ambas caras con rodales de roble albar (Quercus petraea). A mayor altitud, menor porte vegetal, pasando a formaciones de matorral, herbáceas y roca desnuda en las mayores cotas.
En esta unidad no priman las actividades mineras (excepción hecha de la cantera, próxima a Brañosera), si bien cuenta con una importante relevancia paisajística al tratarse del gran mirador del valle.
Sierras y valles de la Cordillera Cantábrica
Son la prolongación del anterior tipo, si bien sus rasgos son menos vigorosos, de menor cota y con una presencia humana permanente. De hecho, éste es el tipo de paisaje dominante en el Rubagón, sobre el que se ha producido la explotación minera y sus asentamientos asociados.
Así, mientras el primer tipo suponía un cierre transversal al valle, éste configura una alternancia nítida entre sierras y valles, en ambos casos con alineaciones muy bien definidas que suponen una torsión dese una dirección dominante E-W en su parte más occidental a casi N-S en la más oriental.
El hábitat, si bien aprovecha las estructuras agrarias precedentes, no pierden en ningún caso el principio de acercarse a las explotaciones mineras. El mayor núcleo es Barruelo de Santullán, colindante a la propia explotación minera principal y próximo a otras, de planta lineal al seguir el valle ascendiendo el caserío por las laderas, con un domino absoluto de la tipología de barriada minera.
El resto de núcleos no presentan la misma fisonomía, debido a un menor tamaño y al no encontrarse dentro del eje fluvial principal; el de mayor similitud, y segundo en tamaño, es Villarejo de Orbó, básicamente por sus piezas modo de barriada acuartelada. El resto de entidades de población conservan sus rasgos rurales.
En torno a los núcleos aparecen terrenos agrícolas, seguidos de matorrales que hacen de transición hacia bosques relativamente bien conservados de rebollo (Quercus petraea), si bien en las partes de mayor cota de las sierras se puede volver a presentar el matorral.
Depresiones vascas, navarras y de la Cordillera Cantábrica
Apenas cuenta con representatividad, suponiendo un estrecho margen en el Sur del término municipal de Barruelo, más asociado al paisaje de Aguilar de Campoo.
En este sentido, la Cuenca de Rubagón presenta una gran sencillez, pues en cada tipo de paisaje sólo se presenta una única unidad.
Macizos montañosos cantábricos
- Macizo de Peña Labra-Peña Sagra: esta unidad, al igual que el tipo al que se asocia, rebasa los límites del paisaje de la cuenca del Rubagón; no obstante, ciñéndonos a este ámbito concreto podemos aseverar que básicamente se trata de una ladera a solana y a sotavento, donde la altura (casi la totalidad de la unidad se encuentra por encima de los 900m) es el único factor generador de un clima frío y relativamente húmedo. Los usos que la ocupan son básicamente pastoriles estivales, con una creciente presencia del factor ocio asociado al montañismo y al senderismo. Sus formaciones vegetales cuentan con un gran dominio del matorral, si bien no es extraña la presencia del rebollo (Quercus pyrenaica) y de afloramientos rocosos en las partes más elevadas. La actividad extractiva prácticamente se limita a la presencia de una cantera.
Sierras y valles de la Cordillera Cantábrica
- Montañas y valles de Santillán-Mudá: Comprende la totalidad de los yacimientos de carbón de este paisaje y las estructuras asociadas a su minería. Sin embargo, debe destacarse cómo las diferentes fuerzas antrópicas que han ido modelando el paisaje a través de los tiempos se encuentran presentes; así, la mayor parte de las entidades de población presentan un fisonomía rural con escasas alteraciones derivadas de la minería y términos agrarios en uso; del mismo modo, además de las explotaciones en sí (desarrolladas en el punto de hitos) Vallejo de Orbó y, sobre todo, Barruelo de Santullán presentan diseños puramente urbanos, básicamente enfocados hacia las barriadas mineras, con tendencia a la baja densidad, pues los bloques no rebasan las tres alturas; por último, en la alineación serrana de Pical y Cocoto recientemente se
Depresiones, vascas, navarras y de la Cordillera Cantábrica
- Depresión de Aguilar de Campoo: Marginal y casi sin relevancia en este paisaje.