Rio Tinto / Tipos
La gran extensión de la Franja pirítica onubense, con más de cien kilómetros en su eje mayor, hace que cuente con una variedad de tipos de paisaje mayor que el resto de los contemplados en la presente web. Recogemos los siguientes:
Sierras y valles de la Sierra Morena
Su principal característica son sierras de poco porte y muy “arrasadas” por un larga historia erosiva, al tiempo que los valles presentan una disposición relativamente estrecha; y, cómo no, su color “verde moreno”, el verde oscuro característico de encinas, alcornocales, quejigares y matorrales nítidamente esclerófilos; de hecho, éstos combinan espacios densos forestales con una disposición muy esponjada cuando conforman dehesas, uno de los ejemplos del latifundismo del lugar. De todos modos, este sector de este tipo de paisaje (que va desde Portugal hasta la provincia de Jaen) es el menos “moreno”, pues un clima relativamente húmedo ha favorecido la presencia de rebollos y castaños.
Las grandes “cortas” de extracción de metales son otro de los grandes rasgos de este tipo de paisaje.
Laderas y valles de la Sierra Morena al Guadalquivir
Tal y como señala el Atlas de paisajes, “es la faz visible de Sierra Morena desde el fondo del valle del Guadalquivir”. En el fondo se trata de una continuación del anterior, con la peculiaridad de un mayor desnivel producto de la propia depresión del Guadalquivir y una orientación dominante de las vertientes hacia la misma. De todos modos, sigue siendo un espacio de lomas tendidas, “moreno” por la vegetación que alberga y latifundista, con mayor dominio de las dehesas, que cuentan con un arbolado aún más ralo. Suponen el extremo oriental de este paisaje.
Vertientes, cerros y lomas de Andévalo
Se trata de una vertiente repleta de cerros encadenados que va desde la Sierra Morena hasta los llanos onubenses. Se trata de una zona de suelos muy pobres y con una elevada contaminación natural, lo que aporta un color rojizo a parte de sus cursos hídricos. De hecho, ha conllevado un escaso poblamiento histórico, siendo la minería es la responsable de la configuración de la mayor parte de los asentamientos humanos. En bastantes puntos cobra rasgos de “paisaje marciano”, derivado de lo rojizo de su substrato.
De todos modos, es frecuente que estos terrenos adquieran en diferentes puntos el color verde moreno, por un lado por la proliferación de dehesas y, por otro y cada vez más frecuente, por intensas plantaciones de eucalipto.
Campiñas andaluzas
Si bien cuenta con poca relevancia superficial, es de destacar el intenso contraste de paisaje que se produce en la localidad de Aznalcóllar, pues al norte del poblado aparece el tipo de vertientes, cerros y lomas de Andévalo, al Este sierras y valles de la Sierra Morena y al Sur las campiñas andaluzas. Esto convierte a Azanalcóllar en prácticamente la gran encrucijada de este paisaje. De hecho, el elemento que da continuidad al paisaje es, precisamente, la minería.
La campiña, por su lado, muestra unas características muy diferentes a las vistas hasta ahora, con predominio de suavísimas lomas revestidas de campos de cultivo, siendo relativamente frecuente la presencia de regadíos.
Gargantas y valles de la frontera portuguesa
Poco representativa tanto desde una perspectiva superficial como morfológica, suponiendo una transición hacia las vertientes que van desde el embalse de Andévalo hasta el de Chanza.