Rubagón / Tipos
Macizos montañosos cantábricos
No sólo supone una frontera orográficamente amurallada entre Palencia y Cantabria, sino que este sector, Peñalabra, es la divisoria de aguas por excelencia de la Península ibérica; así, aquí nacen aguas de la vertiente cantábrica (Saja, por ser más concretos), de la atlántica (Duero) y de la mediterránea (Ebro), haciendo honor al topónimo de su cima más representativa, el Pico Tres Mares (2.175 m.).
Dentro del paisaje de la Cuenca del Rubagón, éste supone las tierras más altas, donde ya no existe presencia de poblamiento humano, si bien los núcleos de Brañosera y Salcedillo se pueden considerar como aledaños a este tipo.
Se trata de la cara Sur del murallón, por lo que es la vertiente a sotavento, relativamente más seca que la Norte; sin embargo, la altitud conlleva que humedad aún sea relativamente elevada, si bien se produce una diferenciación forestal importante respecto de las especies forestales dominantes de los pisos más bajos de esta unidad; así, si bien en la cara cántabra dominan las hayas (Fagus sylvatica), en la del Rubagón la mayor cobertura la alcanza el rebollo (Quercus pyrenaica), entremezclado en ambas caras con rodales de roble albar (Quercus petraea). A mayor altitud, menor porte vegetal, pasando a formaciones de matorral, herbáceas y roca desnuda en las mayores cotas.
En esta unidad no priman las actividades mineras (excepción hecha de la cantera, próxima a Brañosera), si bien cuenta con una importante relevancia paisajística al tratarse del gran mirador del valle.
Sierras y valles de la Cordillera Cantábrica
Son la prolongación del anterior tipo, si bien sus rasgos son menos vigorosos, de menor cota y con una presencia humana permanente. De hecho, éste es el tipo de paisaje dominante en el Rubagón, sobre el que se ha producido la explotación minera y sus asentamientos asociados.
Así, mientras el primer tipo suponía un cierre transversal al valle, éste configura una alternancia nítida entre sierras y valles, en ambos casos con alineaciones muy bien definidas que suponen una torsión dese una dirección dominante E-W en su parte más occidental a casi N-S en la más oriental.
El hábitat, si bien aprovecha las estructuras agrarias precedentes, no pierden en ningún caso el principio de acercarse a las explotaciones mineras. El mayor núcleo es Barruelo de Santullán, colindante a la propia explotación minera principal y próximo a otras, de planta lineal al seguir el valle ascendiendo el caserío por las laderas, con un domino absoluto de la tipología de barriada minera.
El resto de núcleos no presentan la misma fisonomía, debido a un menor tamaño y al no encontrarse dentro del eje fluvial principal; el de mayor similitud, y segundo en tamaño, es Villarejo de Orbó, básicamente por sus piezas modo de barriada acuartelada. El resto de entidades de población conservan sus rasgos rurales.
En torno a los núcleos aparecen terrenos agrícolas, seguidos de matorrales que hacen de transición hacia bosques relativamente bien conservados de rebollo (Quercus petraea), si bien en las partes de mayor cota de las sierras se puede volver a presentar el matorral.
Depresiones vascas, navarras y de la Cordillera Cantábrica
Apenas cuenta con representatividad, suponiendo un estrecho margen en el Sur del término municipal de Barruelo, más asociado al paisaje de Aguilar de Campoo.