Lo que se intenta transmitir al visitante es que en el transcurso de los siglos no han mutado únicamente los presupuestos técnicos de las máquinas, sino también las fuentes de energía aplicadas a su funcionamiento.

El museo despliega aquí una serie de contenidos en una sección dedicada a la Revolución Industrial y el carbón en la que el protagonismo lo toman hitos tecnológicos como la máquina de Newcomen, la de Watt, distintos modelos de instalaciones de vapor y unos talleres en funcionamiento de las viejas minas, con un importante despliegue de máquinas y herramientas.

La Brigada de Salvamento Minero expresa, a través de equipos históricos de rescate, la experiencia más llamativa de la solidaridad permanente que existe en el mundo de la minería.
El drama social de la industrialización, las patologías sociales y sanitarias y el “lamento” por la Aldea Perdida, se estructuran en la Enfermería del Museo. Memoria social resumida en un fondo documental y gráfico y el arsenal terapéutico utilizado en los botiquines y hospitalillos, nos llevan por las cuencas mineras y por el drama de las enfermedades profesionales y los accidentes de trabajo.

La lampistería es la antesala de la mina imagen. Bajo el rótulo “alumbrar las tinieblas”, se encuentra la más importante colección de lámparas de mina que se encuentra en Asturias, junto con una lampistería eléctrica.

La “Mina imagen” forma un circuito independiente que culmina con intensidad y emoción la historia que narra el museo y reproduce, en un laberíntico recorrido por la oscuridad, un ámbito histórico pero también inmediato. Las galerías y talleres subterráneos horadados por el trabajo del minero y por la violencia de las rozadoras, cepillos y otras técnicas intrusivas son, en definitiva, no historia pasada para siempre, sino crónica de actualidad y la descripción más detallada que puede hacerse del trabajo que realizan los mineros asturianos y de otras zonas de España.

Estas peculiaridades del Valle de Samuño, unidas a la conservación de su patrimonio industrial, cultural, etnográfico y a la recuperación de un tren minero con fines turísticos han llevado al Ayuntamiento de Langreo a abordar un ambicioso proyecto que pondrá al Valle de Samuño en el mapa del turismo industrial internacional.

El conjunto del pozu San Luis, de gran unidad estilística, es quizás el más bello de los pozos mineros asturianos. Fue profundizado a finales de los años veinte por Carbones de la Nueva, filial de la Real Compañía Asturiana de Minas. La espectacular casa de máquinas, de 1930, conserva en su interior parte de la maquinaria original, como la máquina de extracción que, junto con el castillete roblonado, forman uno de los conjuntos más interesantes de nuestro patrimonio industrial.

Los visitantes del Ecomuseo Minero podrán disfrutar de una atractiva exposición de documentos, maquinaria, herramientas e indumentaria minera, interpretada por medio de paneles explicativos, recreaciones, audiovisuales y proyecciones que le acercarán al patrimonio y a la historia de la minería, de los mineros, sus familias y su forma de vida en el Valle de Samuño. El Archivo Histórico Minero (AHM), una realidad basada en las nuevas tecnologías, también tendrá su sede en uno de los edificios del pozu San Luis.

El objetivo del museo es mostrar al visitante el proceso de industrialización que vivieron las Cuencas Mineras asturianas tras la llegada, en mitad del siglo XIX del empresario riojano Pedro Duro, que creó lo que hoy se conoce como la empresa Duro Felguera, y que llegó a ser el centro siderúrgico más importante de España, y la repercusión que tuvo en todo Asturias su éxito empresarial, así como la transformación de un valle básicamente ganadero y minero en una dispersión de ciudades que crecieron a la sombra de la industria y dejaron un importante legado socio-cultural.

El Área de Teatro pretende acercar a la mujer al mundo de la escena, ya sea formando parte de nuestras representaciones o disfrutando de ellas como espectadora. Les Filanderes prepara cada año distintas actuaciones que posteriormente se representan a nivel local y autonómico, gozando de buena aceptación de público. Esporádicamente también se han organizado talleres para mejorar las cualidades escénicas de las personas interesadas en ello.

Desde el Área de Literatura pretenden involucrar a la mujer en el universo literario, fomentando la lectura crítica y potenciando su capacidad creadora. Para contribuir a ello se han realizado diversos talleres de creación literaria, impartidos por Benigno Delmiro Coto, Catedrático de Literatura, y tertulias literarias a cargo del también Catedrático Elías García Domínguez. La producción de varias autoras del colectivo se ha visto reflejada en las publicaciones Filando palabras, Filando sensaciones, Filando las horas y Monólogos de Mujer. Organizan, además, distintas Lecturas Dramatizadas, en las que se representan textos breves. Por último, cabe destacar una de las actividades más populares del Colectivo, el Certamen Internacional de Relatos Cortos “Filando Cuentos de Mujer” en el que autores y autoras de todo el mundo nos envían relatos cuya temática hace referencia a la mujer.

Como postres destacan el arroz con leche, los frixuelos, crepes, casadielles, pasteles de hojaldre o pasta rellenos de avellana y nuez, bartolos, postre típico de Laviana elaborado con almendra, y los suspiros del Nalón, exquisitas pastas a base de mantequilla, manteca de cerdo, harina, huevos y azúcar.